La Evolución natural
La región pampeana o del centro comprende a varias provincias que en su mayoría se caracteriza por amplias extensiones planas de tierra fértil (llanuras pampeanas). En cuanto al clima los veranos son calientes, húmedos y mayormente despejados y los inviernos son cortos, fríos y parcialmente nublados. Durante el transcurso del año, la temperatura generalmente varía de 0 °C a 30 °C. El suelo es de tierra muy fértil y oscura, tiene la capacidad de drenar bien.
En Buenos Aires, Chapadmalal y Tandil son las zonas más desarrolladas en lo que respecta a vinos. En la primera, se produce cepas como Pinot Noir, Riesling. En Tandil, el Cabernet Franc es el rey. Muy cerca de la capital de la provincia se suman cada vez más viñedos, como los de Junín o Campana.
La provincia de Córdoba ha avanzado a pasos agigantados en la producción. La mayor parte de sus vinos son de Sierras Chicas, Traslasierra, Calamuchita y los Valles de Punillas.
En tanto, el noreste argentino (NEA) Entre Ríos, San fe y Misiones es el conjunto de las provincias que producen vino.
El clima de esta región es subtropical, cálido y húmedo, caracterizado por un largo verano y por un extenso periodo libre de heladas. Las lluvias son abundantes y la vegetación es la más diversa de la Argentina. Se trata de la zona del litoral, la selva, los bosques y montes. Se divide en dos subregiones, la Chaqueña (Chaco y Formosa) una extensa llanura y la Subregión Mesopotámica (Misiones y Corrientes) con un relieve discontinuo de mesetas y esteros, y selva. Estas dos últimas se destacan un suelo de color ladrillo, a causa de que la tierra está constituida por un mineral denominado laterita, compuesto por aluminio, sílice y gran cantidad de óxido de hierro.
En Entre Ríos se ha vuelto a producir vino principalmente en las costas de los ríos Paraná y Uruguay. Las variedades que mejor se adaptan a la región son el Tannat, el Merlot, el Malbec, el Syrah, Marselan y Chardonnay.