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Por: Redacción Al Rojo Vino
Con una historia reciente pero prometedora en el mundo del vino, Chubut continúa consolidándose como un nuevo polo de enogastroturismo en Argentina. El pasado 8 de mayo de 2025, la Legislatura provincial aprobó por unanimidad el proyecto de ley “Vinos y Sabores del Chubut”, impulsado por las diputadas del bloque Despierta Chubut, Karina Otero y María Andrea Aguilera.
La nueva norma busca fomentar la producción local de uvas y vinos, potenciar el turismo gastronómico y asignar fondos específicos para el crecimiento del sector. Con esta legislación, la región vitivinícola más austral del mundo da un paso clave en su consolidación dentro del mapa enoturístico nacional.
Desde la costa atlántica hasta la cordillera andina, Chubut despliega un territorio diverso tanto en paisajes como en propuestas gastronómicas. La provincia fusiona tradiciones europeas, criollas y originarias, en un recorrido cultural donde los sabores se transmiten de generación en generación y se enriquecen con el paso del tiempo.
La riqueza de sus productos se extiende desde frutas finas, cordero costero y cordillerano, trucha, hongos silvestres y algas marinas, hasta vinos artesanales, cervezas, harinas locales y tortas galesas. La gastronomía chubutense no solo acompaña al turismo, sino que lo convierte en una experiencia sensorial integral.
Si bien su reconocimiento como zona vitivinícola llegó en 2017, los orígenes del vino en Chubut se remontan a los inmigrantes italianos y españoles que elaboraban vinos caseros con uvas de sus propios parrales.
Hoy, la provincia cuenta con cerca de 200 hectáreas de viñedos y 84 productores activos, distribuidos desde la costa hasta los valles cordilleranos. La producción se da principalmente en parcelas pequeñas, con técnicas que priorizan la calidad y la adaptación a un entorno extremo.
“La amplitud térmica, el clima frío y los vientos constantes favorecen la sanidad de las uvas y dan lugar a vinos frescos y equilibrados, con una acidez natural muy apreciada”, destacan desde el Instituto Nacional de Vitivinicultura.
El 75% de las vides chubutenses pertenecen a las variedades Pinot Noir y Chardonnay, ideales por su ciclo corto y su buen desempeño en climas fríos. También hay presencia de Merlot, mientras que el Malbec, emblema nacional, tiene poca representación en la zona.
Además, la diversidad de suelos y altitudes permite elaborar vinos con una gran gama de estilos, que capturan la identidad de cada rincón de la provincia.
La aprobación de esta ley no solo fortalece el entramado productivo local, sino que posiciona a Chubut como un nuevo destino enoturístico con identidad propia, en un momento donde los viajeros buscan experiencias genuinas, culturales y responsables con el entorno.
«Vinos y Sabores del Chubut» no es solo un proyecto económico, sino también un homenaje a las historias, saberes y sabores que definen a esta provincia del sur argentino, que comparte con Nueva Zelanda y Chile el raro privilegio de producir vinos en la latitud 46° sur.
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