
Sauvignon Blanc: el varietal blanco que gana terreno en Argentina
Con una superficie cultivada de 1.823 hectáreas y una producción que superó
Por: Stefania Chirico
Una nueva sociedad vitivinícola busca reimpulsar las exportaciones argentinas. Se trata de Azul y Blanco, una joint venture entre la histórica distribuidora inglesa Boutinot Wines y la bodega Urqo, ubicada en el Valle de Uco, Mendoza. El proyecto tiene como objetivo producir y seleccionar vinos locales para abastecer la amplia red de comercialización global que posee el grupo británico.
“Urqo va a manejar la parte productiva, el diseño y la provisión del vino; Boutinot se encargará de la parte comercial con su red internacional”, explicó Federico Ruiz, gerente general de Urqo.
Boutinot Wines ya había implementado un modelo similar en Italia, y ahora replicará la estrategia en Argentina. La alianza permitirá no solo exportar vino embotellado desde Mendoza, sino también a granel, dependiendo de cada negocio o mercado.
“Envasar en Europa reduce costos logísticos y de materiales, pero hay clientes que prefieren productos embotellados en origen”, señaló Ruiz.
Aunque Urqo cuenta con 250 hectáreas propias y una bodega con capacidad para 4 millones de litros, la idea es que Azul y Blanco también actúe como un buscador de oportunidades en otras regiones del país.
“El vino que salga de esta sociedad no llevará etiqueta de Urqo, sino de la nueva empresa”, aclaró Ruiz, quien remarcó que el sello mendocino seguirá reservado a los productos de la bodega familiar.
Tanto Dolores Urquía, CEO de Urqo, como Federico Ruiz, coinciden en que la exportación de vinos argentinos se encuentra estancada desde hace más de una década.
“Argentina creció fuerte con el Malbec, pero después no supimos ampliar esa conquista”, analizó Ruiz.
“Chile, por ejemplo, tiene convenios bilaterales que le permiten competir en mejores condiciones. Nosotros seguimos pidiendo lo mismo desde el sector”, añadió Urquía.
Pese al contexto adverso —tanto nacional como global— desde Urqo mantienen una visión optimista basada en la calidad y el compromiso.
“Somos un equipo chico pero muy comprometido con hacer grandes vinos del Valle de Uco. Cada botella debe contar nuestra historia, nuestro origen y nuestra forma de trabajar”, destacó Urquía.
La sociedad con Boutinot representa, para Urqo y para el vino argentino en general, una plataforma de crecimiento sostenido. Un puente directo entre las bodegas del país y las mesas del mundo.
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