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Al Rojo Vino

mayo 23, 2025

Control biológico en Mendoza: insectos aliados de una agricultura sustentable

La provincia avanza con una estrategia ecológica que reemplaza agroquímicos por insectos benéficos para el control de plagas en cultivos.
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Por: Redacción Al Rojo Vino

En más de 2.000 hectáreas productivas de Mendoza, productores están dejando atrás el uso exclusivo de agroquímicos gracias a una innovadora herramienta ecológica: el control biológico de plagas mediante insectos benéficos. Esta estrategia forma parte del programa Manejo Integrado de Plagas, impulsado por el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria Mendoza (Iscamen), con el objetivo de fortalecer una agricultura más sustentable.

“Me ha dado muy buen resultado tanto en lo económico como en lo fitosanitario”, afirma Raúl Serro, productor hortícola que participa del programa. Como él, decenas de agricultores cuentan con asistencia técnica y provisión gratuita de insectos controladores, una alternativa efectiva y amigable con el ambiente.

Coccinélidos, crisopas y trichogrammas: héroes invisibles de los cultivos

Desde laboratorios instalados en Guaymallén, Santa Rosa, San Rafael, General Alvear y Tunuyán, el Iscamen cría insectos que actúan como enemigos naturales de las plagas agrícolas. Entre ellos se destacan:

  • Coccinélidos y crisopas, depredadores que pueden consumir hasta 800 insectos plaga por día.

  • Trichogramma sp, un parasitoide clave en el combate de lepidópteros.

Estos insectos se liberan cuidadosamente en campos convencionales y orgánicos, bajo un seguimiento técnico que incluye diagnóstico, implementación y monitoreo.

“Nos permite reconocer las plagas, los controladores biológicos y todos los insumos que necesitamos”, señala Silvia Antúnez, otra productora beneficiada por el programa.

Producción limpia, compromiso ambiental

El enfoque del Iscamen integra prácticas agroecológicas de bajo impacto ambiental, alineadas con las tendencias mundiales de producción responsable. A diferencia de los métodos tradicionales, el control biológico no genera residuos tóxicos, no afecta la biodiversidad y preserva la salud del suelo, el agua y los ecosistemas.

Con estas acciones, Mendoza se posiciona como una provincia modelo en sanidad agropecuaria y gestión ambiental, demostrando que es posible producir de forma eficiente y al mismo tiempo cuidar el entorno.

Fuente: enolife

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