En el área central del Valle Calchaquí se extiende la zona vitivinícola tucumana. De clima frío en invierno, caluroso en verano y mayormente seco, es favorecida por una alta exposición al sol. Su suelo es arenoso a pedregoso, permeable y limpio en toda su extensión, alcalino, pero no salino. Es una de las zonas de producción más altas del mundo. Tiene un especial atractivo turístico debido a sus contrastantes paisajes y una rica historia cultural, que conjuga la herencia aborigen, el legado colonial español y jesuítico.
Con vinos fuertes, gran estructura de aroma y color nació Vinos del Tucumán. Una marca que nuclea a productores tucumanos.
Los viñedos del valle se plantan desde fines del siglo XVI, y desde fines del siglo XIX se elaboran vinos para el mercado. La tradición vitivinícola tiene más de 130 años en los Valles Calchaquíes.
Los viñedos se trabajan con la modalidad orgánica, con abonos naturales de guano y aporte de orujo. La forma de riego es por goteo, de aguas superficiales de alta montaña y pozos profundos.