
Costa & Pampa: vinos oceánicos en la costa bonaerense
La bodega Trapiche Costa & Pampa, ubicada en Chapadmalal, celebra una década
Por: Redacción Al Rojo Vino
La temporada baja en La Rioja ofrece una experiencia distinta, lejos del bullicio y con la tranquilidad necesaria para descubrir sus múltiples paisajes. En esta época, el clima acompaña y permite disfrutar de cada rincón de la provincia, desde sus parques naturales hasta sus pueblos históricos, sin prisa y con más conexión con el entorno.
“Cada vez más gente viene a conocer los muchos puntos turísticos, con el Parque Talampaya como el más emblemático, pero con sitios únicos como Laguna Brava, Mina La Mejicana y el Cablecarril”, destaca José Rosa, secretario de Turismo de la provincia.
La Rioja despliega su magia natural en destinos como Laguna Brava, ubicada a 4500 msnm. Este espejo de agua rodeado de montañas es sitio RAMSAR y hogar de flamencos, llamas y otras especies protegidas. Otro imperdible es el imponente Cráter Corona del Inca, a más de 5500 msnm: un cráter de origen volcánico con aguas cristalinas, rodeado de glaciares y cumbres andinas.
Ambos lugares, por su altitud y características, requieren guías habilitados, lo que garantiza seguridad y un mayor entendimiento del ecosistema andino.
Entre la sierra de Velasco y la de Famatina, Chilecito ofrece una fusión única de historia y aventura. Su pasado minero se refleja en el legendario Cable Carril, una obra de ingeniería que aún sorprende, mientras que su entorno invita a hacer senderismo, cabalgatas y visitar bodegas locales.
Muy cerca, Famatina se destaca por su producción agrícola y paisajes ideales para el turismo activo, con rutas escénicas entre cerros colorados que conquistan tanto a viajeros tranquilos como a los más intrépidos.
Para quienes buscan una escapada más relajada, la provincia ofrece termas, cabañas en la montaña, museos, sitios históricos y avistaje de fauna autóctona. Es común cruzarse con cóndores, maras o zorros en plena naturaleza, lo que convierte cada recorrido en una experiencia sensorial.
Y si de sentidos se trata, el Torrontés Riojano es el protagonista indiscutido en la escena del enoturismo. La Rioja es la tercera productora de vino del país y en Semana Santa, muchas bodegas abren sus puertas para degustaciones, maridajes y estadías con vista a los viñedos. Entre las más destacadas: Tres Cruces, Chañarmuyo y Sacavino Arrieta.
Los más chicos también tienen su espacio en esta escapada: parques temáticos vinculados al mundo de los dinosaurios y zonas de exploración invitan a jugar y aprender sobre la riqueza paleontológica de la región.
El verano dejó cifras positivas gracias a las fiestas populares y eventos como la Chaya, y Semana Santa no parece quedarse atrás:
“Por ahora las reservas vienen a buen ritmo y es probable que muchos departamentos alcancen ocupación plena”, asegura José Rosa.
Para quienes elijan recorrer La Rioja durante estos meses, la promesa es clara: hospitalidad, paisajes inolvidables y experiencias que se quedan en el corazón.
“Aquí encontrarán lugares maravillosos y una calidez que hará que quieran volver”, concluye Rosa.
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