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Al Rojo Vino

mayo 2, 2025

Las Antípodas, donde el vino nace de la amistad y la innovación, un viñedoque rompe moldes

A solo 260 km de la ciudad de Buenos Aires, Las Antípodas ofrece una experiencia enoturística distinta: viñedos, degustaciones, hospedaje en containers con vista a las vides y un espíritu de amistad que transforma cada copa.
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Por: Redacción Al Rojo Vino

Donde el vino y la pasión se encuentran: Junín también es tierra de viñedos

Las Antípodas no es solo una bodega. Es un proyecto que desafía los límites geográficos y mentales de la vitivinicultura argentina. Ubicada en el corazón de Junín, provincia de Buenos Aires, esta finca combina innovación, conocimiento técnico y una fuerte amistad entre socios para ofrecer una propuesta enoturística única.

El nombre no es casual: la finca se sitúa casi exactamente en las antípodas de Mendoza, tradicional centro de producción vinícola del país. Esa ubicación, simbólica y estratégica, resume el espíritu de un proyecto que eligió hacer vino donde nadie lo esperaba.

Una historia que empieza con una amistad y un sueño

El proyecto nació en 2013, cuando dos amigos decidieron hacer vino en plena Pampa Húmeda, desafiando todos los pronósticos. Luego se sumaron otros dos socios, también amigos, formando un equipo donde el vínculo personal es tan importante como el profesional.

“Cada persona que participa de una degustación es un invitado en nuestra casa. Nos esforzamos porque viva la mejor experiencia”, cuentan los creadores: Mariano Tessone, Juan Pablo Richelmini, Matías Noberasco y Juan Sarrasin.

Hoy, Las Antípodas es un emprendimiento familiar donde también participan las familias, creando un ambiente cálido y auténtico.

¿Por qué un viñedo en Buenos Aires?

Aunque Mendoza sigue siendo el epicentro de la industria, cada vez más proyectos surgen en otras regiones. Junín, en particular, presenta condiciones climáticas similares a la Borgoña francesa, algo que terminó de convencer a los fundadores para dar el salto.

El resultado es un viñedo en una zona impensada, con una propuesta que conjuga vino, hospitalidad y naturaleza en perfecta armonía.

Hospedaje entre vides y experiencias memorables

Uno de los grandes diferenciales de Las Antípodas es su propuesta de alojamiento en containers dentro de la finca, con capacidad para cuatro personas y vistas directas al viñedo. A eso se suma una pileta para los días cálidos, desayunos incluidos y la posibilidad de prender un fuego y simplemente disfrutar del silencio.

Los fines de semana se organizan degustaciones con recorrido guiado, acompañadas de fiambres y quesos regionales. Además, se celebran eventos empresariales y sociales, como bodas, cumpleaños e incluso divorcios. Entre los más esperados están “Vinarte” y “Wine Love”, que ya se convirtieron en fechas fijas para los amantes del vino y la buena compañía.

Método artesanal y vinos con personalidad

  • Las Antípodas produce vinos con métodos tradicionales: despalillado, fermentación, maceración y embotellado. El proceso arranca tras la cosecha —que puede variar según el clima entre febrero y marzo— y culmina con la elaboración de etiquetas que expresan la esencia de la zona.

Los varietales principales son:

  • Malbec.

  • Petit Verdot.

 

Y se han sumado:

  • Cabernet Franc.

  • Marselan.

  • Ancellotta.

  • Pinot Gris.

Una nueva forma de hacer vino, cerca de casa

“Estamos orgullosos de este proyecto 100% juninense. Queremos mostrar las posibilidades que tiene este lugar”, afirman los socios. Y lo logran: Las Antípodas rompe con la idea de que solo se puede hacer buen vino en Cuyo o en el sur.

Es una escapada perfecta para quienes desean vivir el mundo del vino sin alejarse demasiado de Buenos Aires, en un entorno donde la calidez humana, el buen gusto y la innovación se mezclan en cada copa.

 

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