
“Ruta Sin Gluten”: la guía que redefine cómo y dónde comer sin TACC en Buenos Aires
Cunnington y Antigourmet presentan una propuesta audiovisual que combina sabor, inclusión y
Por: Stefania Chirico
Los hongos comestibles dejaron de ser exclusivos de platos sofisticados para convertirse en protagonistas de la cocina diaria. En Argentina, el consumo viene creciendo sostenidamente, en línea con una tendencia global que estima un aumento del 6% anual en el mercado mundial de hongos.
“Hoy la gente busca alimentos que sean sabrosos, nutritivos y naturales. Los hongos cumplen con todo eso”, afirma Marcos Calderón, gerente general de Hongos del Pilar, una de las principales productoras del país. “Antes eran un ingrediente exótico o gourmet; hoy están entrando en la cocina de todos los días, y eso muestra un cambio de hábito que vino para quedarse”.
El atractivo de los hongos va más allá de su sabor. Son bajos en calorías, ricos en proteínas vegetales, vitaminas del grupo B, y fibra, lo que los convierte en una alternativa ideal para quienes buscan reducir el consumo de carne sin resignar saciedad ni valor nutricional. Su textura carnosa los hace perfectos para integrar platos como ensaladas, risottos, salteados, hamburguesas vegetarianas e incluso snacks deshidratados.
“Cada vez más personas los eligen también por sus beneficios para el sistema digestivo e inmunológico”, destaca Calderón.
Con más de 30 años de trayectoria, Hongos del Pilar es un ejemplo de cómo la producción local puede ofrecer calidad premium con una fuerte impronta sustentable. Ubicada en el corazón productivo de Buenos Aires, esta empresa familiar cultiva exclusivamente champiñones blancos y portobellos, apostando a la excelencia en cada bandeja.
“Todo lo que hacemos tiene una lógica de cuidado. Trabajamos con responsabilidad ambiental y tratamos cada hongo como un producto gourmet”, sostiene Calderón, subrayando el compromiso con el desarrollo regional y la economía circular.
Además de abastecer a comercios, distribuidores y restaurantes, la empresa busca acercar los hongos al consumidor final. Con una estrategia que incluye educación sobre sus propiedades y propuestas para incorporarlos de manera sencilla a la cocina, el objetivo es claro:
“Queremos que los hongos dejen de ser un lujo o una rareza, y se conviertan en parte de una alimentación diaria, accesible, rica y saludable para todos”.
La expansión de este cultivo no solo impulsa un nuevo paradigma gastronómico, sino que también promueve hábitos más conscientes, locales y sostenibles en torno a la comida.
Ver artículos relacionados
Cunnington y Antigourmet presentan una propuesta audiovisual que combina sabor, inclusión y
La reconocida marca de helados Munchi’s inaugura un espacio de coworking exclusivo
El próximo 10 de junio, el restaurante ZUK recibe a Pablo Durigutti,
También te puede interesar
Del 27 al 29 de agosto, La Rural será nuevamente sede de
Crece la expectativa del sector mientras el Instituto Nacional de Vitivinicultura se
Anotá. 31 de agosto se celebra el Día del Cabernet Sauvignon, una