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Al Rojo Vino

mayo 14, 2025

Del gourmet al plato cotidiano: los hongos se consolidan como tendencia saludable en la mesa argentina

Versátiles, nutritivos y cada vez más accesibles, los champiñones y portobellos ganan espacio en las góndolas, restaurantes y cocinas del país. Impulsados por el auge de la alimentación consciente, productores como Hongos del Pilar lideran el cambio con propuestas frescas, locales y sustentables.

Por: Stefania Chirico

Los hongos comestibles dejaron de ser exclusivos de platos sofisticados para convertirse en protagonistas de la cocina diaria. En Argentina, el consumo viene creciendo sostenidamente, en línea con una tendencia global que estima un aumento del 6% anual en el mercado mundial de hongos.

“Hoy la gente busca alimentos que sean sabrosos, nutritivos y naturales. Los hongos cumplen con todo eso”, afirma Marcos Calderón, gerente general de Hongos del Pilar, una de las principales productoras del país. “Antes eran un ingrediente exótico o gourmet; hoy están entrando en la cocina de todos los días, y eso muestra un cambio de hábito que vino para quedarse”.

Champiñones y portobellos: sabor y salud en cada bocado

El atractivo de los hongos va más allá de su sabor. Son bajos en calorías, ricos en proteínas vegetales, vitaminas del grupo B, y fibra, lo que los convierte en una alternativa ideal para quienes buscan reducir el consumo de carne sin resignar saciedad ni valor nutricional. Su textura carnosa los hace perfectos para integrar platos como ensaladas, risottos, salteados, hamburguesas vegetarianas e incluso snacks deshidratados.

“Cada vez más personas los eligen también por sus beneficios para el sistema digestivo e inmunológico”, destaca Calderón.

Del cultivo local a la mesa argentina

Con más de 30 años de trayectoria, Hongos del Pilar es un ejemplo de cómo la producción local puede ofrecer calidad premium con una fuerte impronta sustentable. Ubicada en el corazón productivo de Buenos Aires, esta empresa familiar cultiva exclusivamente champiñones blancos y portobellos, apostando a la excelencia en cada bandeja.

“Todo lo que hacemos tiene una lógica de cuidado. Trabajamos con responsabilidad ambiental y tratamos cada hongo como un producto gourmet”, sostiene Calderón, subrayando el compromiso con el desarrollo regional y la economía circular.

Educación y cercanía: el futuro de los hongos en Argentina

Además de abastecer a comercios, distribuidores y restaurantes, la empresa busca acercar los hongos al consumidor final. Con una estrategia que incluye educación sobre sus propiedades y propuestas para incorporarlos de manera sencilla a la cocina, el objetivo es claro:

“Queremos que los hongos dejen de ser un lujo o una rareza, y se conviertan en parte de una alimentación diaria, accesible, rica y saludable para todos”.

La expansión de este cultivo no solo impulsa un nuevo paradigma gastronómico, sino que también promueve hábitos más conscientes, locales y sostenibles en torno a la comida.

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