
“Ruta Sin Gluten”: la guía que redefine cómo y dónde comer sin TACC en Buenos Aires
Cunnington y Antigourmet presentan una propuesta audiovisual que combina sabor, inclusión y
Por: Redacción Al Rojo Vino
La pavlova no es solo un postre, es una obra de arte comestible. Su combinación de merengue crujiente, crema batida y frutas frescas la convierte en una delicia equilibrada entre lo dulce y lo ácido. Pero más allá de su sabor, su historia la hace aún más fascinante.
Este postre nació en honor a Anna Pavlova, una célebre bailarina rusa que conquistó los escenarios a principios del siglo XX. Durante una de sus giras por Oceanía, un chef –ya sea en Australia o Nueva Zelanda, un debate aún vigente– quedó tan cautivado por su elegancia que decidió crear un postre a su altura: ligero, etéreo y refinado.
El secreto de la pavlova está en su merengue. Cocido a baja temperatura, logra una capa exterior crocante mientras su interior se mantiene esponjoso y aireado. Al combinarse con la suavidad de la crema y la frescura de frutas como frutillas, maracuyá o kiwi, el resultado es una experiencia gastronómica única.
Ideal para celebraciones o simplemente para disfrutar de un capricho dulce, la pavlova sigue siendo un clásico en la repostería internacional. Su versatilidad permite adaptarla a diferentes gustos y temporadas, manteniendo siempre su esencia de sutileza y sofisticación.
Fuente: Paco Sclocco
Ver artículos relacionados
Cunnington y Antigourmet presentan una propuesta audiovisual que combina sabor, inclusión y
La reconocida marca de helados Munchi’s inaugura un espacio de coworking exclusivo
El próximo 10 de junio, el restaurante ZUK recibe a Pablo Durigutti,
También te puede interesar
Del 27 al 29 de agosto, La Rural será nuevamente sede de
Crece la expectativa del sector mientras el Instituto Nacional de Vitivinicultura se
Anotá. 31 de agosto se celebra el Día del Cabernet Sauvignon, una